Greenward Partners presenta Greenward Papers #3 El Valor Real (y por Descubrir) de la Eficiencia Energética.
La valoración que se da a la eficiencia energética se limita a los ahorros que genera en la factura y deja de lado el enorme valor que despliega mucho más allá de este mero ahorro, tanto en su dimensión energética como no energética (la ‘Energía Eficiencia’ y el ‘Servicio Eficiencia’, respectivamente).
Ignorar estos rendimientos de la eficiencia distorsiona el mercado, impide un reparto justo del valor generado entre los distintos agentes y stakeholders y, sobre todo, impide que la eficiencia energética desarrolle todo su potencial en la descarbonización y como fuente de crecimiento de la economía y del empleo, porque penaliza la rentabilidad esperada y los plazos de recuperación de los proyectos de eficiencia.
Ya hay en el mercado tecnología, know how y métodos probados de estimación, medición y valoración de estos beneficios que aportan tanto la Energía como el Servicio Eficiencia, que se analizan en profundidad en este documento.
La sociedad no se puede permitir el lujo de seguir abordando la eficiencia energética con esta miopía1 .
La Energía Eficiencia es una fuente de energía renovable como otra cualquiera y por ello debería ser valorada como tal. Se sitúa en el centro de un nuevo sistema energético emergente que transforma los edificios en Activos Energéticos Distribuidos como edificios eficientes integrados. En la actualidad existen ya protocolos internacionales robustos, fiables y acreditados para medir y verificar la generación de Negavatios (ahorro energético). El valor sistémico de la Energía Eficiencia se puede evaluar y, por tanto,
monetizar a través de la Metodología del Coste Evitado. Mejorar la eficiencia energética es una cuestión de interés público, que merita la revisión del Fondo Nacional de Eficiencia Energética para activar el valor de los “certificados blancos” (certificados de ahorro energético). El esquema MEETS – Metered Energy Efficiency Transaction Structure, desarrollado y con éxito probado en Estados Unidos podría convertirse en la metodología más adecuada para activar/impulsar el valor real (y no recocido) de la eficiencia energética.
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La declaración de emergencia climática por parte el Gobierno español vino acompañada del ambicioso compromiso de poner en marcha en el plazo de cien días las cinco grandes medidas que configuran el eje de su política energética y medioambiental, con el envío al Congreso del Proyecto de Ley de Cambio Climático y Transición Ecológica (LCCTE) a la cabeza.
La ambición del Gobierno en la lucha contra el cambio climático es innegable y, sin duda, una buena noticia. Sin embargo, se corre el riesgo de no actuar con la rotundidad y la rapidez necesarias para poner en marcha las medidas que permitan conseguir las metas marcadas. Es hora de pasar a la acción legislativa.
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Greenward Partners ha presentado su Greenward Papers #1 sobre la situación de la Eficiencia Energética en España.
- La falta de instrumentos de financiación es el principal obstáculo, según un informe de Greenward Partners
- Cuatro de cada cinco edificios son ineficientes y la mayoría de las viviendas alcanza o supera los 40 años de antigüedad
- Greenward lanza el Préstamo de Activación de Capital Ecológico para financiar proyectos de eficiencia energética, sin desembolso para los propietarios
La ausencia de instrumentos atractivos de financiación es el principal obstáculo para llevar a cabo las inversiones en el parque inmobiliario español necesarias para alcanzar los objetivos de eficiencia energética establecidos por la Unión Europea, inversiones que se cifran en más de 40.000 millones para los próximos diez años. Esta es una de las principales conclusiones del informe presentado hoy en Madrid por Greenward Partners, la primera empresa especializada en la “activación de capital ecológico” en España. Los edificios generan un tercio de las emisiones de CO2
Entre otros, la Comisión Europea ha establecido como objetivo una mejora de al menos el 32,5% de la eficiencia energética para 2030 con respecto a los niveles de 2007, en su lucha contra la crisis climática.
Pese a los compromisos alcanzados en el ámbito europeo, “la actividad en renovación de edificios para hacerlos más eficientes y sostenibles ha sido muy escasa hasta la fecha en España”, advierte Eduardo Brunet, CEO de Greenward y precursor en España del venture philantrophy, inversión de impacto social que aplica las prácticas del capital riesgo para la consecución de objetivos filantrópicos.Según Fernando de Roda, managing partner de la compañía, los principales obstáculos se centran en “la ausencia de financiación” para abordar estos proyectos y “la falta de instrumentos reales para monetizar el ahorro energético que se deriva de la inversión en eficiencia energética”.
De acuerdo con el informe de Greenward, cuatro de cada cinco edificios en España (un 82%) son ineficientes desde el punto de vista de la calificación energética y más de la mitad de las viviendas (el 55%) son anteriores a 1980. Es decir, la mayoría de los hogares españoles alcanza o supera los 40 años de antigüedad y, por tanto, ofrecen unos niveles muy reducidos de eficiencia.
Una oportunidad de 85.000 millones
“Existe una clara oportunidad de mercado”, afirma Brunet, que toma como referencia las cifras oficiales del propio Gobierno. De acuerdo con el Ministerio para la Transición Ecológica, España necesitará más de 85.000 millones de euros en los próximos 10 años para financiar proyectos de mejora de la eficiencia energética y alrededor de la mitad de esa cantidad está directamente relacionada con los edificios. En otras palabras, en la próxima década se deberá invertir en estas renovaciones medioambientales en distintos sectores el equivalente a la suma de los presupuestos anuales de Sanidad y Educación.
Por otra parte, el informe destaca que en el mercado existe una necesidad desatendida de productos de inversión con las características que ofrecen estos proyectos de financiación en términos de plazo, rentabilidad, estabilidad, garantías y descorrelación, entre otros.
Ahorro energético y rentabilidad
Para hacer frente a las “barreras sociales, técnicas y administrativas” que existen hoy, Greenward ha diseñado un conjunto de soluciones que conectan a propietarios de inmuebles e inversores. La primera de estas soluciones, lanzada en España es el Préstamo para la Activación de Capital Ecológico en Edificios (e-PACE),
Estos préstamos se conceden con unos plazos tan amplios (en torno a 20-25 años) que aseguran a los propietarios de los inmuebles la recuperación de la inversión por la vía de los ahorros energéticos conseguidos mediante distintas actuaciones. Entre ellas, la instalación de techos solares y baterías, la puesta en marcha de sistemas más eficientes de calefacción, aire acondicionado o calentamiento de agua y la mejora de la iluminación.
“Estos largos plazos permiten compartir parte de dichos ahorros con el propietario del edificio y mejorar con ello su posición de caja desde el momento inicial del proyecto. Desde el primer año se consiguen flujos positivos de caja”, dice De Roda.
Para los inversores a largo plazo, como fondos de pensiones o aseguradoras, la solución de Greenward ofrece una opción de renta fija, descorrelacionada de la situación económica y con rentabilidades atractivas, a la vez que cumple con los requisitos de inversión sostenible bajo los criterios medioambientales, sociales y de gobierno corporativo (ESG, por sus siglas en inglés).
“Los fondos de pensiones y otras instituciones gestoras de ahorro de largo plazo son los mejores aliados de la inversión en eficiencia energética”, apunta De Roda. “Su perfil de inversor de largo plazo los hace más proclives a apoyar la inversión en lo que se denominan megatendencias, entre ellas la defensa medioambiental. Además, la escasa rentabilidad de los productos tradicionales de renta fija está llevando al capital privado a destinar una cuota cada vez mayor hacia lo que se conoce como inversión de impacto”, añade.
Como ejemplo de los resultados generados por estas renovaciones, el informe de Greenward desarrolla como caso de estudio la renovación realizada en 2009 en el Empire State Building, uno de los edificios más emblemáticos de Nueva York y con una superficie similar a la mitad del barrio de Salamanca de Madrid. Con una inversión de 20 millones de dólares se generaron ahorros por valor de 4,4 millones anuales y se logró una reducción de emisiones de gases de efecto invernadero equivalente a la que se obtendría de sacar 20.000 vehículos de las carreteras en un plazo de 15 años.
Beneficios para la sociedad
Además de la abultada rebaja en las facturas de suministros de energia y agua, Greenward destaca las ventajas sociales y medioambientales de financiar la mejora de la eficiencia energética. “Con estas soluciones no sólo se atienden las necesidades financieras de propietarios e inversores, sino que tambiénse contribuye al interés público general y a la lucha contra el cambio climático y a la mejora de la calidad del airer”, expresan sus fundadores.
“Los beneficios de mayor alcance también incluyen también la reducción de los costes relacionados con enfermedades por la contaminación, el aumento de la productividad laboral gracias a la mejora de las condiciones de trabajo y de vida en el interior de los edificios, y un aumento del número de empleos en el sector de la construcción e industrias afines”, explica Brunet.
En concreto, el informe se refiere a estudios que proyectan la creación de dos millones de puestos de trabajo en el mercado europeo si se eleva un 27% la eficiencia media del parque inmobiliario en comparación con 2005. En el caso de España, la CEOE calcula que podrían generarse 135.000 empleos directos al realizar renovaciones en unas 250.000 viviendas al año, con un promedio de 20.000 euros por cada reforma. Para Greenward, en resumen, la inversión en eficiencia energética en edificios “es una gran oportunidad de dinamizar la economía y generar empleo”.
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